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Mostrando las entradas con la etiqueta Franco

Fiesta de Navidad

Por falta de tiempo no atiendo las lecturas de las tres misas de Navidad: medianoche, aurora, la principal del día. La celebración del nacimiento de Jesús se supone que haya sido el resultado de la cristianización de las saturnalias, las celebraciones en torno al 21 de diciembre, cuando se da el solsticio de invierno. Esta es la noche más larga del año. Los días se han hecho cada vez más cortos hasta llegar a este punto. A partir de este momento los días se irán alargando hasta el 21 de marzo, el equinoccio de primavera, cuando la duración de la noche y el día será igual. Esa fecha sería como el amanecer del año solar.  El 21 de diciembre es como decir, la medianoche del año solar. Al otro extremo está el mediodía del año solar, el día más largo del año, el solsticio de verano, el 21 de junio. Ese día se celebra el nacimiento de San Juan Bautista, que supuestamente nació seis meses antes que el Salvador. Se celebraba el solsticio de invierno como una manera de celebrar el Añ

Domingo 27, Tiempo Ordinario, Ciclo B -- El divorcio

Joan Kennedy, cuyo matrimonio fue anulado por la Iglesia después de 24 años y varios hijos. Ted Kennedy alegó que al casarse no tenía intención de serle fiel.   Ella dijo, "¿Quiérese decir que con esos hijos ahora resulta que nunca hubo matrimonio?" La primera lectura está tomada del Génesis 2:18-24. Dios decide que el Hombre (el ser humano) no esté solo. Crea animales y pájaros y se los presenta al Hombre (Adán) para que le ponga el nombre a cada cual. Es como tomar posesión de ellos; el ser humano es señor de los animales. Entonces, viendo que el Hombre sigue solo, le crea una compañera, Mujer, de la costilla, para que lo acompañe. Y se la presenta al Hombre como hizo con todos los animales. El Hombre es señor de la Mujer. Y como la Mujer es de su costilla, al unirse a ella “los dos serán una sola carne”. Esto último ya pone el tema del matrimonio y el divorcio, los temas de hoy. Esta es  una de las versiones de la creación del hombre y la mujer. Hay más de una ver

Nicolás Maduro

Todo comenzó cuando hacía de chofer en el metro de Caracas. Supuestamente era el chofer con más señalamientos. Y, como los estudiantes deficientes, comenzó a culpar a “los de arriba”. Eso presumo. Así fue que se hizo miembro del sindicato y enseguida se hizo líder. Algo así como el que no triunfa en la vida, se refugia en las sectas. Claro, ya desde estudiante demostró interés por “el socialismo”, que no podía pasar de ser una ideología confusa para él. Por eso, con Chávez, a quien conoció en 1992, se le abrió el camino. Puedo estar equivocado. Pero no es asunto de ideología. Es cosa de datos. Igual que otros personajes de la historia que comenzaron en los rangos inferiores del ejército para llegar a ser amos supremos de la nación, Maduro se abrió paso. Fue diputado a la convención constituyente, diputado al congreso, presidente del congreso. ministro de gobierno, vicepresidente ejecutivo de la nación.  Finalmente logró ganar las elecciones del 2013, así fue legítimo presiden

Cristo Rey

Unos años atrás me contaron de los que atacaron a palos a un grupo de manifestantes en Madrid, allá por la época del franquismo.  Un policía estaba allí y alguien se le acercó. – Haga algo, por Dios. – No puedo, porque al grito de ¡Viva Cristo Rey!… no puedo arrestarlos. Hoy nos damos cuenta del error. Ese no es el Cristo Rey de los evangelios, del anuncio de la Buena Nueva. Cristo no está en guerra contra el mundo, ni contra la sociedad contemporánea.  Cristo vino para invitarnos a la conversión y para revelarnos al Padre, para que sepamos que todos somos hijos de un mismo Dios que está en los cielos. ______________________________________________________________________________ Dietrich Bonhoeffer fue un pastor evangélico en Alemania, en tiempos de Hitler. Se opuso tenazmente a los nazis, lo que eventualmente le valió ser ajusticiado; fue ahorcado.  La oposición evangélica que presentó Bonhoeffer contrasta con la oposición diplomática que presentó el Vaticano

El puritanismo socialista... nacionalista o populista

Una de las maldiciones de los tiempos modernos se ha dado cuando los puritanos de la sociedad han alcanzado el poder.  Tal fue el caso de Cromwell en la Inglaterra del siglo 17. Igual, la Francia del Terror en la época de Robespierre.  Así también la Rusia de los comités soviéticos ya comenzando con Lenin. Lo mismo en la China de Mao, expresada claramente en la Revolución Cultural de finales de los años 1960.  Eso también se dio con los nazis, los nacionalsocialistas de Alemania y España, porque nótese que la vida diaria en todas esas sociedades de gobernantes totalitarios termina conformándose a un patrón análogo.  Y es que el mundo no se mueve con la rectitud y la verdad, punto. No es que podemos pretender que todos nos debemos convertir en ángeles.  Pero los predicadores puritanos piensan que ser ángeles es algo posible y que saben cosas que los demás no sabemos. Lo que ellos saben les parece tan cierto que debería ser algo evidente para todo el mundo.  Por eso creen

San Ciprián de Cartago

Pareciera que fue en los primeros siglos del cristianismo que se demostró de manera más auténtica lo que significa nuestra fe. Esto fue a lo que nos llamó el Concilio Vaticano II, a recuperar un sentido más auténtico de nuestra fe. Es lo que nos ha vuelto a recordar Papa Francisco. En los primeros tiempos había un prejuicio contra los cristianos, como el que se tenía contra los judíos. Así que no sólo hubo persecuciones, sino que los cristianos tenían que vérselas con el prejuicio negativo contra ellos, que podía afectarles en su vida diaria y en sus gestiones con el gobierno o con los poderosos. Pues bien, para mediados del siglo 3° hubo una gran epidemia en el Imperio romano y muchos se enfermaron y muchos murieron. Fue en este tiempo cuando más llamaron la atención los cristianos, porque ellos socorrían a los enfermos y enterraban a los muertos sin importarles su vida pasada o su religión. Les llevaban comida, los limpiaban y les recortaban el pelo. Y aun les daban una b

La Iglesia en guerra contra el mundo y el mundo en contra de la Iglesia

Rev. Raniero Cantalamessa, predicador papal Hace más de un año que los administradores del Vaticano han intentado abandonar aquella idea de adoptar una línea de hacer del victimario, la víctima, es decir, excusar la Iglesia (el Vaticano) por ser víctima de alguna conspiración para atacarla. Pero los hay que todavía creen en continuar con esa línea. Es otra manera de volver a los tiempos preconciliares, antes del Concilio Vaticano II. Con la Revolución Francesa (por fijar un momento en la historia) el estado Vaticano en cuanto gobierno de este mundo se vio enfrentado a la oposición a muerte de los nacionalistas franceses e italianos. De hecho, eventualmente el estado Vaticano sucumbió en 1870 y desapareció de las páginas de la historia como un territorio nacional, es decir, como principado religioso. De primera intención los papas se declararon "prisioneros del Vaticano" y el gobierno del Vaticano se rehusó a reconocer al estado italiano y se alió activamente con los mo

El rey Juan Carlos manda a callar a Chávez

En una democracia se respetan las personas   El rey Juan Carlos de España espetó a Hugo Chávez "¿por qué no te callas?" cuando el mandatario venezolano intentó interrumpir al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la última sesión plenaria de la XVII Cumbre Iberoamericana. El rey Juan Carlos sabe lo que es vivir con alguien que se cree que, porque tiene la verdad, está autorizado a no respetar al que no piensa como él. Francisco Franco, igual que Stalin, estaba convencido de que la verdad y la razón estaban de su lado. Por eso estaba autorizado a dirigir un alzamiento contra el gobierno legítimamente establecido de España. Para él, la democracia sólo servía para mantener a los enemigos de la verdad en el poder – a esos que usaban la democracia como escudo para sus errores, esos que eran enemigos del pueblo y de la moral. En el caso de Stalin, su verdad era tan evidente que para llevarle la contraria había que estar demente, o tener mala