Recientemente (11 de junio) Stella Artois, la cerveza belga, ofreció comprar Annheuser-Busch, productores de Budweiser. Esto ha provocado una indignación general entre los norteamericanos. Es como si estuviesen al borde de ser invadidos por las fuerzas extranjeras. La fábrica original de Stella Artois está en Lovaina, Bélgica, donde pasé mis años de estudios doctorales "en el equinoccio de mi juventud", como diría Ortega y Gasset. De hecho, llegué a solicitar trabajo como traductor con ellos y si me hubiesen reclutado quién sabe si hoy sería ciudadano belga con acento puertorriqueño. De hecho, Stella Artois es de las cervezas más comunes en Bélgica, que es como decir que no tiene mucho sabor distintivo (la Budweiser es peor) en esa tierra que es verdaderamente la capital mundial de la cerveza. Haga el lector una búsqueda de Internet sobre la cervezas belgas y verá. Pero en este mundo pos industrial lo importante es vender mucho y barato aunque sea de calidad mediocre. Así, S
Carlos Ramos Mattei