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Domingo 3° de Cuaresma, Ciclo C

El evangelio de hoy nos cuenta (Lucas 13,1ss ) que algunos de sus seguidores se acercaron a Jesús comentando sobre unos galileos que los soldados de Pilato mataron cuando estaban preparando un sacrificio. Jesús entonces les aclara: que hayan sufrido una muerte así no significa que eran más pecadores que los demás galileos. El enfoque Las narraciones de los evangelios pueden entenderse de varias maneras, todas ellas dentro del contexto más amplio de nuestra fe cristiana. Los estudiosos hablan de unos como niveles arqueológicos. Está el sentido del momento primero; luego, la manera que se tomó el episodio posteriormente en diversas etapas del crecimiento del cristianismo.  Atención: no hay que asumir que el hecho de poder entrever más de un sentido en las narraciones pueda estar en conflicto con nuestra vida de fe como cristianos. Esta reflexión es la de uno que no es experto, ni estudioso de las Escrituras. “No por eso eran más pecadores” Podemos comenzar por plante

Domingo 2° de cuaresma, Ciclo C

La primera lectura para este domingo está tomada del libro del Génesis capítulo 15:5ss. Dios le muestra a Abrahán el firmamento estrellado y le dice que su descendencia será tan numerosa como todas esas estrellas. Comentario breve : Todos somos descendientes de Abrahán. Nuestro Dios es el dios de Abrahán, Isaac y Jacob. Unos somos judíos de nacimiento; otros lo somos por nuestra condición de cristianos.  Por eso es absurdo tener sentimientos antisemitas.  Dios escogió a Abrahán para revelarse por medio del pueblo judío. Pertenecer a este pueblo es un motivo de honra, en el buen sentido. No es cosa de sentirnos orgullosos y superiores, sino de sentirnos honrados, como la Virgen cuando se encontró que le pedían ser la madre del Salvador. O el cardenal Aponte Martínez cuando decidió titular sus memorias, Por qué a mi .  El pueblo judíos es el depositario de las promesas de Dios a la humanidad. No somos nosotros que salimos a buscar a Dios y nos lo encontramos. Es Dios que s

Domingo 1° de Cuaresma, Ciclo C

Hoy remito a mis lectores a mis apuntes del 2016 para este domingo 1° de cuaresma, ciclo C. Pinchar aquí .

Domingo 8, Tiempo Ordinario, Ciclo C

La primera lectura para este domingo está tomada del libro de Sirá 27,4-7. “Se agita la criba y queda el desecho, así el desperdicio del hombre cuando es examinado,” nos dice. Una criba es un cedazo, un filtro. Al filtrar o pasar los granos por el cedazo, queda el deshecho, el desperdicio, separado del grano bueno. Cuando a una persona se le examina, pasa por el cedazo de ese examen y salen a descubierto sus fallas.  De la misma manera, también nos dice que escuchar a una persona que razona resulta ser como si esa persona fuera una pieza de cerámica dentro del horno caliente. Si está bien hecha, sin vicios ocultos, saldrá una vasija bien hecha. Cuando escuchamos a alguien que razona, quedan al descubierto sus pensamientos ocultos.  Lo que está oculto en cada uno se ve y se reconoce en las palabras y las ideas de cada uno. De la misma manera el árbol se conoce por sus frutos. Por eso, nos dice, “No alabes a nadie antes de que razone, porque ésa es la prueba del hombre”. D

Domingo 6 del Tiempo Ordinario, Ciclo C

El tema de este domingo es el sermón de las bienaventuranzas La tercera lectura de hoy continúa la lectura del evangelio de San Lucas 6,17.20-26. El domingo pasado cuando Jesús visitó la sinagoga de Nazaret terminó experimentando el rechazo de su gente y entonces siguió su camino hacia las orillas del lago de Genesaret. Parece que su fama se extendió y vinieron muchos a verle y escucharle. Le trajeron sus enfermos para que los curara. La cantidad de gente era tal que Jesús se subía a un lugar alto para que pudieran escucharlo, como fue el caso en la lectura de los domingos anteriores.  En el pasaje de la lectura de hoy Jesús pronuncia el discurso, sermón, pronunciamiento, sobre “las bienaventuranzas”. Nos dice, “Dichosos (bienaventurados) los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Dichosos (bienaventurados) los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos (bienaventurados) los que ahora lloráis, porque reiréis.” Jesús les dice, en otras palabras, “el

Domingo 5° Tiempo ordinario, Ciclo C

En la lectura continua de las Escrituras que hacemos los domingos el tema de hoy corresponde al seguimiento de Jesús. En la primera lectura el profeta se pone completamente a la disposición de Dios. Jesús por su parte le pide a Pedro y a los primeros discípulos como Santiago y Juan a que lo dejen todo y le sigan.  La tercera lectura de hoy, el pasaje del evangelio de Lucas, comienza con Jesús y una multitud que le sigue. Es posible que en ese contexto la invitación que Jesús le hace luego a Pedro y a su compañeros implica más bien un, “Vengan y únanse al grupo”…de mis seguidores.  En la tradición hemos pensado que la invitación de Jesús fue algo exclusivo, dirigido solamente a los primeros apóstoles. Pero también uno puede pensar que ya había un grupo que le seguía a todas partes porque querían escuchar y ver todo lo relacionado a él. Cuando Jesús invita a Pedro y a sus compañeros, ello no necesariamente tiene que implicar que ellos fueron los primerísimos discípulos.  Lo q

DOMINGO 4, TIEMPO ORDINARIO, CICLO C

Durante el ciclo C, el eje de nuestro alimento litúrgico dominical es la lectura continua del evangelio de San Lucas. Ya de hecho comenzamos a leer este evangelio desde Adviento, con las escenas de la Anunciación, la visita a la prima Isabel, y el nacimiento en Belén. Luego está la escena del bautismo del Señor y ahora, el comienzo de la vida pública de Jesús.  Los evangelios dan motivo a pensar que Jesús fue parte del grupo que siguió a Juan Bautista. En la narración de su propio bautismo hay una indicación común, que Jesús en ese momento fue revelado como lleno del Espíritu de Dios. El mismo Juan anunciaba que llegaba uno que bautizaría con el Espíritu Santo y fuego (Lucas 3,16-23).  Entonces, nos dicen los evangelios, Jesús bajó de Nazaret y se puso a vivir a las orillas del lago de Galilea, en Cafarnaúm (Mateo 4,13). Los evangelios también nos cuentan de que, al enterarse de la muerte de Juan Bautista, comenzó él a visitar las sinagogas por toda Galilea (Mateo 4,12-23).