Ir al contenido principal

LOS REYES MAGOS





La evolución de la representación del tema de los Reyes es un reflejo de la secularización de la celebración. De un tiempo a esta parte ya los Reyes son como el carnaval, algo colorido que podría darse aparte de la fecha del año. Las multitudes van a la fiesta de la Sanse como un pretexto para otro jolgorio, el último del ciclo navideño. 
Esto mismo se puede decir del cristianismo en general. Las expresiones religiosas son ganchos para colgar nuestra devoción. Con el tiempo pueden convertirse en muletas y finalmente, máscaras. Quitas la máscara, no queda nada donde antes hubo experiencia viva. 
  • Podemos plantearnos lo mismo respecto a la misma cultura, o la identidad puertorriqueña misma. Pero eso es tema para otro día.
Aquí también encontramos la dificultad de algunos para abandonar las tradiciones. Quitas la tradición y descubres que tu fe era la tradición y que sin tradición te quedaste sin fe. Algo así sucedió cuando se eliminó el canto gregoriano en las misas, junto a la distinción entre “misa rezada” y “misa cantada”. En el mundo hispano todavía no nos recuperamos, porque no hay tradición propia de música en el culto, como en los países luteranos y protestantes. 
Recuerdo en una misa cuando era estudiante, en que se cantó un himno (“Donde hay caridad y amor”) escrito originalmente en ritmo afrocubano por el Rev. Armando Rovira. La misa fue en Roma y estuvo acompañada por instrumentos musicales. A la salida escuché a un compañero cubano que comentaba, “Lo único que faltaba era que hiciera su entrada alguna negra bailando”. 
A los pocos años ya no volví a escuchar ese himno, hasta el día de hoy. Es interesante repasar también la evolución de la música y los himnos cristianos, de todas las denominaciones de 1970 para acá. A veces busco música en la radio y mi esposa me llama la atención, que estoy escuchando salsa, o merengue, o baladas, en una estación de música cristiana. A veces la estación de radio es católica.
A los oídos de mi mente de adolescente de los años 1960-70, esa cristianización de la balada romántica y del reguetón no suena bien. Pero quién sabe, si para las nuevas generaciones esa adaptación de la música popular es el tipo de gancho que mencionaba antes, en el que se pueden colgar las experiencias de ahora. 
Lo importante es recordar que la realidad, como los ríos, está en continuo fluir. En tiempos de Bach, algunos obispos llegaron a prohibir música de órganos en las iglesias por ser algo profano. Gracias a Hollywood hoy algunos jóvenes asocian la música del órgano, no con las iglesias, sino con los filmes de terror. 
Como descubrieron los burócratas soviéticos y cubanos, uno no puede legislar la realidad desde arriba; hay que bailar y nadar con ella. Pero eso no es fácil, porque no hay un manual de aprendizaje, a pesar de toda la literatura de autoayuda. 
Al menos creo que ya franqueamos la etapa de ponerle letra a melodías reconocidas como “Sound of Silence” para rezar el Padre Nuestro. En una parroquia la cantaban y después rezaban la oración otra vez, sin música. Recordaba los coros cantando en español la letra alterada mientras el celebrante rezaba con la letra “correcta”. En realidad la comunidad entera es el celebrante.
De todo esto vemos la necesidad de organizar actividades que promuevan el sentido de la comunidad como satélite autónomo dentro del conjunto de las otras comunidades cristianas. 
La comunidad es el lugar, el sacramento, del encuentro con Dios. Es lo mismo que decimos de la Iglesia. De ahí que la epifanía, la revelación de Dios, se da en la comunidad como parte del Pueblo de Dios. Jesús aparece entre nosotros en la comunidad de fe. 

________________________________
Ver mis reflexiones de años anteriores sobre el día de la Epifanía del Señor.
–– en el 2008
–– en el 2016

 …………

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pablo, Marcos y Bernabé

Rafael Sanzio, San Pablo predicando en Atenas El 11 de junio se celebra la fiesta de San Bernabé. Se dice que Pablo pudo evangelizar a los gentiles "a través de la puerta que abrió Bernabé". Luego de su conversión, Pablo vino a Jerusalén, pero no fue bien recibido por los hermanos, que no se fiaban de él por haber sido perseguidor de cristianos. (Hechos 9:26–28) Bernabé fue el que buscó a Pablo y entró en conversación con él, desarrolló amistad con él, y lo trajo a la comunidad de los demás hermanos, consiguiendo que confiaran en él. Pablo, Bernabé y Juan Marcos se fueron juntos en un viaje de evangelización. Pero a mitad de camino Marcos se separó de ellos y se volvió. (Hechos 13:13) Los Hechos de los Apóstoles no dan la razón que hizo que Marcos retornara. Es posible que fuese algo completamente normal y explicable. Pero también pudo ser el resultado de un buen altercado con Pablo, que de seguro era bastante fogoso. En una ocasión más tarde Pablo y Bernabé...

Domingo 10 del Tiempo ordinario, Ciclo B

Isaac Van Osten, El paraíso . Adán y Eva están a la distancia, derecha. La primera lectura para este domingo está tomada del libro del Génesis, capítulo 3, versículos 9 al 15. Narra el momento en que Adán y Eva se esconden entre la maleza cuando Dios llega paseándose por el Edén como un hacendado que voltea la finca. Dios los llama y ellos le dicen que tienen miedo a salir porque están desnudos. De inmediato Dios sabe que comieron del fruto prohibido.  El fruto prohibido no fue una manzana, porque en la región de Iraq (donde tradicionalmente se ubica el Edén) no hay manzanas. Eso recuerda la representación de Jesús como un alemán de ojos claros y cabellos rubios. Pero eso no es importante, porque lo importante es el punto del relato. Dios puso una regla y los seres humanos desobedecieron.  Cuando Dios reclama, cada uno se canta inocente. Adán le echa la culpa a Eva; Eva a la serpiente.  De inmediato surgen puntos a meditar. En el Edén no hubo taquígrafo, s...

Las tentaciones de Jesús (en Viernes Santo)

Gustave Doré,  Jesús abandona el Pretorio Al final de la cuaresma vale recordar el comienzo. En el primer domingo de cuaresma el evangelio nos refiere a las tentaciones de Jesús en el desierto. En cuanto hombre esas tentaciones de seguro acompañaron a Jesús durante toda su vida mortal. Con más razón estarían con él al momento de la Pasión y la crucifixión.  En el Jesús tentado somos todos tentados y por eso todos participamos en el triunfo de Jesús. Las tentaciones de Jesús son nuestras tentaciones también. Todavía más serio que el ser tentado por las debilidades del cuerpo, de nuestra biología, están las tentaciones al orgullo, la vanidad, la posibilidad de retar y cuestionar a Dios. La primera tentación de Jesús en el desierto fue la de convertir las piedras en pan, cuando sintió hambre. Sí, fue un asunto de sentir la debilidad del propio cuerpo. Pero el asunto representaba algo más complicado. Pienso que se trata del orgullo del poder, de la vanidad. “Yo ...