Piscina bautismal en una antigua basílica. |
Este es el domingo de la Octava de Pascua de Resurrección.
Durante toda la semana se celebraba al modo con que todavía celebramos las Navidades, por días corridos. Este domingo cerraba la semana y a la celebración de la misa asistían los recién bautizados, todavía revestidos de sus túnicas blancas bautismales.
Este es el llamado "Domingo de Quasimodo". De ahí el nombre del personaje de la novela de Víctor Hugo que tiene como escenario a Nuestra Señora de París.
Es que en el ritual medieval, la misa cantada o misa solemne del día comenzaba entonando la frase, Quasi modo geniti infantes... "Casi al modo de los niños recién nacidos..." -- las palabras del texto de la carta de San Pedro que se leía entonces, "Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación". (I Pedro 2,2) Era una clara referencia a la presencia de los recién bautizados en la comunidad.
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