Ir al contenido principal

Domingo 19 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

 


El evangelio de hoy continúa la lectura del evangelio de san Juan que venimos leyendo en los últimos domingos. De nuevo Jesús se pronuncia, en continuidad con el evangelio de los últimos dos domingos: «Yo soy el pan bajado del cielo». De nuevo, valga recordar que esto se puede tomar en el sentido del pan eucarístico como alimento para los cristianos, tanto como la Palabra de Dios que es Jesús y que es la Escritura como alimento igual para los cristianos. 


La fe no es asunto de definiciones teológicas y por eso no es de lamentar que la mayoría de los católicos no puedan recitar la definición de la transubstanciación, cuando quizás ni conocen esa palabra. 


Está el caso del que se declaró a la chica con un análisis científico del amor.

—Eres la que me provoca un aumento del 65% de mis esteroides andróginos en la sangre.

—¿Qué? —reacciona la chica, perpleja. 


Qué tal una declaración haciendo caso omiso de la lógica o las definiciones. 

—Te digo que estoy enchulado contigo.

—Qué chulería, yo también. 


Por eso es que uno puede explicar a Dios y la eucaristía a alguien con toda la ciencia, lógica y filosofía del mundo y no con eso la va a convencer. La experiencia de la fe es la experiencia del amor. 

Hemos de distinguir entre el Dios de los filósofos y teólogos y el Dios de la Biblia. 

El Dios de los filósofos y teólogos hasta puede verse como un ídolo. Obsesionarse con las definiciones de Dios y de la eucaristía es como obsesionarse con ideas que son ídolos. Por eso podemos decir que los tradicionalistas católicos caen en el fetichismo de las formas externas. 


———————————————


Cuando uno se enamora la vida no tiene sentido sin la persona amada. De esa manera hemos de tomar lo que Jesús nos dice, «Yo soy el pan de vida». 

Lo demás, son detalles: Jesús presente en la comunidad cristiana, en el amor al prójimo, en el pan eucarístico.

No caigamos en el fetichismo de los objetos y las representaciones. Lo importante es lo que los signos (sacramentos) expresan, lo que es el fundamento de lo signos.  

No hay que exagerar en uno y otro extremo en términos de la expresión de nuestra experiencia de la fe. La vida de fe se expresa, tanto en la oración o la orientación directa de nuestra mente hacia Dios, como en nuestra relación al prójimo en la eucaristía como oración comunitaria. Nuestra vida de fe se da tanto el domingo en la iglesia, como en el resto de nuestra vida social durante la semana. 

Al hablar de la vida de perfección cristiana no hay que sólo pensar en vivir de continuo frente a Jesús sacramentado. También la vida del cristiano en la calle debe verse como vida de perfección cristiana. Lo uno y lo otro (la vida enclaustrada con devoción eucarística y la vida del cristiano en la calle) son ambas formas legítimas de vivir la fe. 

De la misma manera no hay que pensar que Jesús sólo es pan de vida en el pan eucarístico. También es pan de vida en las Escrituras, en el compartir cristiano con los demás, en la orientación de la vida hacia los valores asociados al amor al prójimo, en su continuo estar ahí junto a nosotros, de la misma manera que nosotros caminamos junto a los demás.


Invito a ver mis apuntes del año 2018 (pulsar). 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Pablo, Marcos y Bernabé

Rafael Sanzio, San Pablo predicando en Atenas El 11 de junio se celebra la fiesta de San Bernabé. Se dice que Pablo pudo evangelizar a los gentiles "a través de la puerta que abrió Bernabé". Luego de su conversión, Pablo vino a Jerusalén, pero no fue bien recibido por los hermanos, que no se fiaban de él por haber sido perseguidor de cristianos. (Hechos 9:26–28) Bernabé fue el que buscó a Pablo y entró en conversación con él, desarrolló amistad con él, y lo trajo a la comunidad de los demás hermanos, consiguiendo que confiaran en él. Pablo, Bernabé y Juan Marcos se fueron juntos en un viaje de evangelización. Pero a mitad de camino Marcos se separó de ellos y se volvió. (Hechos 13:13) Los Hechos de los Apóstoles no dan la razón que hizo que Marcos retornara. Es posible que fuese algo completamente normal y explicable. Pero también pudo ser el resultado de un buen altercado con Pablo, que de seguro era bastante fogoso. En una ocasión más tarde Pablo y Bernabé...

Mandatos bíblicos inaceptables

  Dios guió al pueblo de Israel a la Tierra Prometida y allí les dio todo aquel territorio para que sacaran a todos los habitantes de allí y lo ocuparan y lo cultivaran y lo hicieran suyo. En Norteamérica, más de un cristiano anglosajón vio la toma de posesión de los territorios indios de la misma manera, al modo bíblico. Era la voluntad de Dios. Cuando los habitantes del territorio no se quitaban y resistían había que atacarlos y exterminarlos  por completo (Deuteronomio 2,34; 7,2; 13,16; 20,16; Josué 11,12). Cuando Dios ordena a Saúl que extermine a los amalecitas (1 Samuel 15,9ss) y Saúl no cumple, Dios le retira su favor. Hay otros ejemplos parecidos. Hay otros ejemplos de la destrucción completa de ciudades, además de otras costumbres bárbaras. Hay otras disposiciones repudiables para nosotros. Si entre los vencidos un israelita veía una mujer que le agradaba podía perdonarle la vida y retenerla para sí (Deuteronomio 21,10-13). Más tarde, si ya no le agradaba, podía despe...

Domingo 2 de Cuaresma, Ciclo C, año 2025

  El tema del evangelio de ese domingo es la transfiguración de Jesús El domingo pasado contemplamos a Jesús como ser humano en este mundo, que fue sometido a las tentaciones igual que nosotros. Fue tentado con el hambre (las necesidades biológicas), el orgullo (necesidades psicológicas) y la tentación de cuestionar o retar a Dios (tentaciones de lógica y teología, como preguntarse si Dios se acuerda de nosotros, cómo es que existe el mal). Esto último se implicó cuando el diablo le dijo que se tirara desde lo alto del templo, que en la Escritura está dispuesto que Dios enviará sus ángeles para protegerlo y Jesús le dijo que no se debe tentar a Dios. En todo eso se implica lo que debe ser la actitud de todo cristiano, que es la que Jesús nos presenta, la de confiar en Dios, en medio de la sobriedad (el manejo juicioso de nuestras necesidades biológicas) y la sencillez de un corazón que no es vanidoso ni engreído. Este domingo contemplamos a Jesús en su divinidad.  Igual que vi...