“Se le metió el diablo por dentro”. Para mí el escenario pudo haber sido éste: –“Predicaba con autoridad” - denunciaba sin apoyarse en citas; contradecía las enseñanzas recibidas, denunciaba las hipocresías farisaicas. – Uno salió gritando: “Qué tienes que ver con nosotros; qué vienes a hacer”. Fue uno que le dio crisis porque se estaba cuestionando todo lo que él había creído o practicado hasta entonces. “Nosotros” serían los presentes. Se expresó con vehemencia, “como un poseído”. – Jesús lo confronta y le ordena; él da alarido y se tranquiliza. En nuestra experiencia del mal y de la actividad de los “poseídos”, el diablo se apodera de alguien y le lleva a cometer crímenes horrendos. Son los psicópatas, los dementes, los paranoicos, los locos peligrosos. A veces uno llega a pensar que para ser político y llegar a ser gobernante hay que estar un tanto desajustado también, o al menos tener algún defecto cerebral que le deja insensible al dolor de los demás, a las
Carlos Ramos Mattei