Este domingo marca el final del año litúrgico con la solemnidad de Cristo Rey. El tema de este domingo es el día final al final de los tiempos. La primera lectura de hoy está tomada del libro del profeta Ezequiel 34,11-12.5-17. «Así dice el Señor,» nos dice, «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas». Y más adelante, en la lectura, «Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas». Al final termina: «Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío.» La lectura anuncia indirectamente lo que los judíos de la época de Jesús y los primeros discípulos tomaron como el final de los tiempos. Podemos pensar que en el Cautiverio babilonio nació una nueva comprensión de la fe judía en la historia de la humanidad. Esto se puede resumir: Israel fue el pueblo escogido de Dios. Israel se alejó de Dios con sus infidelidades. Dios usó a los asirios y a los babilonios como instrumentos de su furia y su castigo.
Carlos Ramos Mattei