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Domingo 32 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

  En el evangelio de hoy Jesús presenta la parábola de las vírgenes que esperaban al esposo con sus lámparas encendidas En tiempos de Jesús los reyes tenían múltiples esposas, algo que también vemos en el caso de los patriarcas del Antiguo Testamento. En la parábola Jesús habla de un grupo de chicas que esperan la llegada del esposo para entrar a la boda. Esperan en la oscuridad para poder unir su destino al esposo y encontrar su felicidad.  Las doncellas (las chicas) están en la oscuridad y por eso se alumbran con unas lámparas de aquel entonces, un recipiente de aceite (como la lámpara de Aladino) al que se le ponía una mecha (algún tejido) que entonces se encendía. ¿Cuánto podía durar el carburante, el aceite? De seguro que unas cuantas horas. Pero si para empezar uno ya llegó al punto de encuentro con el tanque medio vacío, no va quedar tanto para alumbrarse por horas largas.  Esto fue lo que le sucedió a las chicas necias, las que no fueron prevenidas y llegaron con las lámparas y

Domingo 31 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

  En el evangelio de hoy Jesús denuncia la hipocresía de los fariseos.  La primera lectura de hoy está tomada del profeta Malaquías 1,14b-2,2b.8-10. El profeta ataca fuertemente a los sacerdotes de su tiempo por no cumplir bien con su oficio pastoral de dirigir al pueblo. Los denuncia y los maldice:  "Esto es lo que os mando, sacerdotes: Si no escucháis y no ponéis todo vuestro corazón en glorificar mi nombre, dice el Señor del universo, os enviaré la maldición." "Os habéis separado del camino recto y habéis hecho que muchos tropiecen en la ley," les dice. Es que "vuestra boca no ha guardado el camino recto y habéis sido parciales en la aplicación de la ley". El salmo responsorial corresponde al salmo 130: "Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas que superan mi capacidad", cantamos. De esta manera expresamos la actitud cristiana, que los sacerdotes de los tiempos de Malaquías no tuvieron. La segunda lectu

Domingo 30 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

  En estos días se ha estado dando en el Vaticano el Sínodo sobre la sinodalidad. Ha sido curioso darse con las objeciones de algunos tradicionalistas respecto a esta actividad. Es algo así como la falta de comprensión que tuvieron los fariseos respecto a Jesús.  El evangelio de hoy es en cierto modo una continuación del evangelio del domingo pasado. El domingo pasado llegaron a presentarle una pregunta capciosa a Jesús sobre el tributo al César. Este domingo, en la continuación de la lectura del evangelio de Mateo, Jesús reafirma lo que es esencial para Dios y que ya está en las Escrituras: el amor a Dios y al prójimo.  Amar al prójimo es intentar amarlo como Dios mismo lo ama; como Dios nos ama a cada uno de nosotros. Dios nos ama con nuestras faltas y virtudes. Porque Dios nos comprende, nos ama. Nosotros, sin comprender a veces, estamos llamados a amar ciegamente, aun cuando es posible que el prójimo sea un canalla o un inmoral decadente. Esto es lo que no comprenden los fariseos,

Domingo 28 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Hoy Jesús cuenta la parábola del rey que ofreció un banquete de bodas.  El Reino de los cielos es como un banquete al que todos los pueblos quedan invitados.  En la parábola Jesús dice que el rey organizó la boda y mandó las invitaciones a los invitados. En aquella sociedad los invitados serían los súbditos del rey, el pueblo, invitado a celebrar la boda (la llegada del Reino). Pero los invitados —el pueblo— no hicieron caso y demostraron que no estaban interesados en venir al banquete. El rey montó en cólera y mandó a sus tropas para que atacaran a los convidados y le prendieran fuego a su ciudad.  Los que escuchaban a Jesús entendieron: Yahvé invitó al pueblo hebreo al reino de la justicia y el amor al prójimo y el pueblo no le fue fiel. Por eso envió a los asirios y los babilonios para que fueran su instrumento de castigo contra los israelitas y destruyeran a Jerusalén y sacaran a los hebreos, despojándolos de aquella tierra.  Entonces —prosigue la parábola— el rey envió a sus criad

Domingo 26 del Tiempo Ordinario, Ciclo A

  El evangelio de hoy nos llama a no ser fariseos y trata de dos hermanos que escucharon el llamado de su padre. Uno cumplió y el otro no cumplió.  La primera lectura de hoy es del profeta Ezequiel 18,25-28. El pasaje trata sobre la responsabilidad individual de cada uno. Veamos lo que dice en contexto. "Ustedes dirán: 'El proceder del Señor no es correcto'", le dice Yahvé a su pueblo por boca del profeta Ezequiel. Antes de llegar a esto Dios le estaba diciendo al pueblo que cada uno debe ser responsable de sus hechos, una idea que parece que en aquel momento sonó extraña, algo nuevo. El lector puede ir a leer el capítulo 18 (son unos párrafos, no es tan largo).  Ezequiel profetiza al momento de la invasión de los babilonios, que se llevaron al pueblo judío a servirles de esclavos en Babilonia. Esto fue visto como un castigo colectivo, en que pagaron justos y pecadores. Pero ahora Ezequiel les dice que ante Dios cada uno es el responsable de sus actos y habrá vida pa

Domingo 24 del Tiempo Ordinario Ciclo A

  El tema del domingo de hoy es el perdón a los que nos ofenden. Jesús propone la parábola del siervo que pidió perdón pero que no supo perdonar. No es fácil perdonar cuando la ofensa causó un daño que marca a uno para toda la vida. No es fácil perdonar cuando la ofensa fue adrede, con malicia. Tampoco es fácil cuando uno fue víctima de una locura como en el caso de los judíos víctimas de los nazis. Para las mujeres maltratadas por sus parejas (lo mismo, los hombres maltratados por sus parejas), igual. A estas alturas del siglo 21 ya se conocen los patrones psicológicos de las personalidades narcisistas que maltratan a los que tienen a su alrededor. Lo mejor es alejarse de ellos a la mayor distancia posible. Uno los perdona, pero también hay que ser realista; uno no está obligado a convivir con ellos.  Reflexionemos aquí sobre la actitud cristiana. Es asunto de no guardar rencor, aunque la herida de la ofensa sea profunda. Uno perdona y aunque quiera olvidar el recuerdo sigue. Mejor re

Domingo 23 del Tiempo Ordinario Ciclo A

  En el evangelio de hoy Jesús nos exhorta a hacer comunidad. "Donde dos o tres de ustedes se reúnan en mi nombre, allí estaré yo con ustedes". Con el proyecto de sinodalidad papa Francisco busca crear consciencia de la comunidad como expresión fundamental de nuestra fe cristiana. Esto hemos de encuadrarlo en la manera de entender el mundo y las cosas en nuestro tiempo, que es lo mismo que pretendió la teología pastoral del Concilio Vaticano II.  Bajo la influencia de Platón primero y de Descartes después los cristianos visualizamos nuestra relación con Dios primordialmente sobre el plano mental. Pero eso no se corresponde con el sentido original evangélico con que Jesús y los judíos entendieron la relación con Dios. Ya desde el siglo 19 Soren Kierkegaard llamó a distinguir entre el Dios de los filósofos y el Dios de la Biblia. La filosofía del siglo 20 dejó de hablar del sentido de las cosas como constituyéndose en la mente y habló de cómo las cosas se entienden en su manejo