El primer domingo de cuaresma está dedicado a los cuarenta días de Jesús en el desierto, cuando fue tentado por el diablo. En el ciclo B leemos la versión del evangelio de Marcos, que no da mucho detalle. El punto es: Jesús se retiró al desierto antes de salir a su labor misionera por toda Galilea. Es lo que encontramos en el evangelio de hoy.
La primera lectura (Génesis 9,8-15) nos presenta la alianza que Dios le anuncia a Noé después del diluvio universal en que todo en la tierra quedó destruido. Dios no decide obligado por nada. Decide por cuenta propia darle una segunda oportunidad a su creación. Es lo que sucederá luego cuando permita la destrucción del templo de Jerusalén y la dispersión de los israelitas y judíos en el destierro. Por boca de los profetas Dios anunció que ya su alianza no sería con el pueblo en su conjunto, sino con cada uno, a nivel individual. La Nueva Alianza es entre Dios y la conciencia (el corazón) de cada uno.
La segunda lectura (1Pedro 3,18-22) está tomada de la primera carta de san Pedro. "Cristo sufrió su pasión, de una vez para siempre, por los pecados, el justo por los injustos, para conduciros a Dios," nos dice. Es un resumen de nuestra fe: Cristo murió como una expresión de la voluntad de salvación del Padre. El Padre quiere nuestra felicidad y por su cuenta y desde su absoluta libertad nos ofrece esa misma salvación en la persona de Jesús.
Invito a ver mis apuntes sobre la cuaresma, del 2009 (oprimir). Igual, apuntes sobre el ayuno de Jesús en el desierto. También propongo los apuntes del 2021 (oprimir) para este domingo.
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