Debería decir “Fiesta de la Revelación de Dios en el bautismo de Jesús”. Es porque en las Iglesias orientales se celebra como parte de las Fiestas de las Teofanías, es decir, de las Revelaciones. Las Fiestas de las Teofanías son tres: el Nacimiento, el Bautismo en el Jordán, el milagro de las bodas de Caná. En Belén Dios se revela en cuanto Hijo encarnado, Dios y hombre verdadero. Lo manifiestan los ángeles y los pastores. En las bodas de Caná, Dios se manifiesta en la divinidad de su Hijo que se ve en el milagro y revela la alegría futura en las bodas celestiales, en el banquete celestial. En el bautismo en el Jordán, Dios se manifiesta en la humanidad de su Hijo y revela la venida del Espíritu Santo, que evidencia que Jesús trae la misericordia de Dios, el perdón de los pecados, el bautismo del Espíritu, para todo creyente que se vuelva a él. El bautismo en el Jordán recuerda que Dios no mandó a Cristo para que condenara el mundo, sino para que ofreciera la salvación, e
Carlos Ramos Mattei