En estos días he estado trabajando una nueva publicación sobre la Inquisición en Italia. La idea es que a través de la persecución de herejes es posible poner en evidencia el hecho de que en Italia y en España sí hubo una buena cantidad de luteranos y calvinistas y otros grupos reformadores, incluyendo los antitrinitarios que fueron más de los que uno hubiera pensado. Es interesante cómo hay personas que se prestan para perseguir y torturar a los que se consideran un peligro para la sociedad. En la década de 1970 se supo de tantas torturas en Hispanoamérica contra los movimientos de izquierda y desde entonces me he preguntado en qué pensarán los que asumen el papel de torturadores o también, los que se prestan para ser los verdugos. En Italia, por ejemplo, hasta el día de hoy es un insulto agresivo que a alguien le llamen “verdugo”, “boia”. Una vez un amigo me dijo que lo de ser torturador o verdugo era simplemente un trabajo para muchas personas, una manera de “gana...
Carlos Ramos Mattei