Toda la obra de la salvación, desde la creación del mundo hasta el fin de los tiempos, es obra del Espíritu Santo. Tradicionalmente se asume que Pentecostés se dio sobre los doce apóstoles. La devoción popular añadió a la Virgen junto a ellos. Pero en realidad, la narración de Lucas no especifica; sólo dice que los discípulos estaban reunidos. Los discípulos de Jesús eran muchos, muchísimos. Pero eso es un detalle que no es para inquietarnos, si Pentecostés fue sobre los apóstoles solamente, o si incluyó a otros junto a ellos. Lo importante es el bautismo del Espíritu que se confirma en nuestra fe. **** El Espíritu Santo en nosotros: detengámonos un momento a contemplar este hecho de nuestra fe. Dirá San Pablo en su segunda carta a Timoteo 1,13-14: «Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús. Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros.» Jesús caminó entre nosotros, en este mundo, como nos l...