En los últimos años los más intransigentes en Estados Unidos han estado promoviendo de manera exagerada su punto de vista excluyente y más recientemente han intensificado su campaña. Pero su punto de vista no es el de un cristiano. Es el de un fariseo. Como los fariseos, les interesa más atacar y condenar, que atraer a Dios y a Jesús. Insisten ellos en atacar a los políticos que no adhieren a su línea extrema, con la que atacan el aborto, por ejemplo, bajo todas las circunstancias. No se les ocurre hacer la analogía con el homicidio, que aunque es malo de por sí, sin embargo es admisible y entendible y hasta necesario según los casos específicos. De la misma manera consideran eutanasia cualquier intervención con un moribundo, no importa la que sea y no distinguen entre dejar que siga el curso natural de las cosas y precipitar la muerte. Esto es, no se imaginan que pueda darse la eutanasia pasiva. Y también se podría visualizar la eutanasia activa como análoga al homicidio,
Carlos Ramos Mattei