Luego de Vaticano II hemos asumido a la Virgen como nuestra compañera de viaje, la que nos señala el camino a Jesús y constituye nuestro gran modelo de la fe frente a los designios de Dios, que no siempre podemos entender. Sin entender, ella aceptó y colaboró con el plan de Dios para nosotros. Esto es lo que nos indica el mismo San Agustín: " Os pido que atendáis a lo que dijo Cristo, el Señor, extendiendo la mano sobre sus discípulos: Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre, que me ha enviado, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. ¿Por ventura no cumplió la voluntad del Padre la Virgen María, ella, que dio fe al mensaje divino, que concibió por su fe, que fue elegida para que ella naciera entre los hombres el que había de ser nuestra salvación, que fue creada por Cristo antes que Cristo fuera creado en ella? "Ciertamente, cumplió santa María, con toda perfección, la voluntad del Padre, y, por esto, es más importante su condi...