El Señor viene, hay que prepararse, como cuando viene a visitarnos alguien que es importante para nosotros. Imagínese usted si llega cuando menos lo esperábamos y nos sorprende desprevenidos. _______________________________________________ Comienza el tiempo del Adviento y uno bien puede pensar: lo mismo de todos los años. ¿La misma conversión? Es que una cosa es la “conversión” y otra, la “conversión”. Es decir, una es la primera experiencia del caer en cuenta de nuestra fe, de nuestra experiencia del encuentro con el Señor. Es la fe que Dios nos da sin que hayamos hecho algo para merecerlo y en ese momento nos damos cuenta de que hay que cambiar de vida, o de ordenar la vida según esa experiencia, y entonces respondemos a la exhortación del Bautista, a la… conversión. Todos los años recordamos esa experiencia, en Adviento-Navidad y en Cuaresma-Pascua. Este recordar y revivir responde al segundo sentido de “conversión”. Del dicho al hecho...
Carlos Ramos Mattei