El tema de este domingo es la observancia de la Ley y la tradición. En el evangelio de hoy los fariseos critican a Jesús porque sus discípulos comen sin lavarse las manos. Lavarse las manos es algo establecido por la Ley. Jesús entonces critica a los fariseos por atenerse a la letra de la Ley. Cumplen la letra y tienen manos limpias, pero en su corazón están llenos de "sucio", de malicia. En el evangelio de hoy Jesús explica cómo hemos de entender la Ley. Como buen judío, Jesús también tuvo una gran estima por la Ley. La Ley fue el don de Dios para el pueblo israelita y para nosotros también. Entonces, lo que Jesús aclara no es que hay que echar a un lado la Ley. Lo que aclara es que cumplir la Ley no nos hace buenos. Es lo que dirá San Pablo después: no nos podemos justificar sólo a base del cumplimiento de la Ley. Podemos cumplir la Ley y sin embargo ser unos malvados en nuestro corazón. Es el caso de los curas pedófilos y también el de los curas peseteros...
Carlos Ramos Mattei