Hoy le llamaríamos masacre. Es uno de los capítulos negros de la historia de las pugnas religiosas entre católicos y protestantes. No fue cosa de cristianos. Ya eso pasó. Pero los hay todavía, sobre todo en el mundo hispano, que siguen cultivando los mismos sentimientos de encono contra los protestantes. Piensan que la religión es asunto de ver quién tiene la verdad. Pero el cristianismo es asunto de fe, del encuentro con Jesús, del encuentro con Dios. Alguien que se ha enterado de la Buena Noticia, del Evangelio, no va a perseguir a otros cristianos simplemente porque interpretan la fe como si fuera un catecismo. Hay falsos profetas, cierto, como los que predican como si fuese que el cristianismo depende y se expresa en la abundancia de diezmos, o los que no pueden entender un cristianismo sin íconos, incienso, velas y devociones papales. El cristiano verdadero respeta la pluralidad de modos con que surgen las expresiones de la fe. La verdadera herejía está en afirmar l
Carlos Ramos Mattei