De las lecturas para este domingo llama la atención la segunda lectura, de la carta a los Romanos (10,8-13) de san Pablo, «La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón». Más adelante: «Porque, si profesas con tus labios que Jesús es Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo»; finalmente, «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».
Para el encuentro con Jesús y con Dios no hay otra pre condición que esta: cree en el Señor Jesús.
Invito a ver Hechos de los apóstoles 2,21: Todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Ver la nota al calce de la Biblia de Jerusalén: los cristianos se conocían por ser los que invocaban el nombre de Jesús. Lo vemos también en la misión de los discípulos, cuando Jesús los envió a misionar por Galilea, exorcizando demonios, a los que expulsaban invocando el nombre de Jesús. Hubo hasta quien, no siendo del grupo de los discípulos, expulsó demonios en nombre de Jesús.
También invito a ir a Romanos 1,16, la nota al calce de la Biblia de Jerusalén.
Pablo no dice que hay que azotarse y pedir perdón y con eso mover el corazón de Dios para que nos dé la salvación. Dice que por la acción del Espíritu ya tenemos la Palabra en los labios y en el corazón y al confesar a Jesús como salvador, ya estamos salvos.
No dice que, ya que estamos salvos podemos dedicarnos a pecar, y entonces basta invocar a Jesús como un encantamiento mágico y ¡Zas! estamos salvos. Tampoco dice que podemos pecar a gusto y entonces irnos a confesar y ¡Zas!, lo mismo.
Lo que dice es que enfoquemos nuestra vida en Jesús y vivamos según la consecuencia de ese enfoque, de esa orientación de vida. Vivamos según criterios cristianos y no según nuestro egoísmo. Eso es más importante que estar calculando cuánto se puede comer antes de violar la regla del ayuno (que era lo que hacían los fariseos, que fueron los únicos que Jesús atacó de verdad).
Invito a ver mis apuntes del 2016 (pulsar) sobre las lecturas este domingo.
Además de esos apuntes propongo otros, no tan detallados, como los del 2009, 2011, 2022. Invito también a pulsar la etiqueta del ayuno entre los temas paralelos a esta reflexión, a la derecha.
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